sábado, 19 de marzo de 2011

Capítulo 4: Caleidoscopio [1ª Parte]

Estaba oscuro, sólo se oía el rítmico golpeteo de unos zapatos contra los adoquines, y una respiración fatigada. Poco a poco se fue vislumbrando lo que parecía una calle y comenzó a verse una tenue luz que la iluminaba. Era una farola derramando su luz sobre un par de siluetas familiares, que se hallaban bajo el foco. El final de la calle cada vez estaba más cerca, y lo que al principio se antojaba que aquellas figuras hacían señas para que fuera a sus brazos y marcharan juntos, resultó ser una amalgama de sombras enzarzadas en una lucha. No la estaban llamando, lo que estaban era intentando evitar que se acercara más al lugar. De repente dos figuras cayeron al suelo y la pelea cesó.

    - ¡¡NOOOOO!!-se oyó gritar inesperadamente a una voz femenina.
Era Alice, quien se despertó jadeando empapada en sudor y lágrimas. Se levantó de la cama, limpiándose la cara con la manga del viejo pijama de rayas de Rose.

Miró por la ventana de su habitación, la primera vez que lo hacía, y descubrió un pequeño jardín cuyas hiedras escalaban las paredes de piedra del edificio. Una valla alta, de hierro forjado, parecía rodear el edificio histórico. Al otro lado de la verja había como una empalizada, esta vez más baja que la anterior, y a pocos metros de ella se alzaban bajas viviendas de no más de tres plantas de altura. Era curioso ver como se podía ver que aquella zona era el epicentro de un crecimiento exponencial en altura de los edificios circundantes. Cuanto más mirabas a lo lejos más altas eran las construcciones.

La chica siguió observando un poco más aquella ciudad desconocida. Desde allí no podría ver el tráfico de la ciudad, en cambio, veía el humo, quizás despedido por los coches, elevándose por encima de la niebla matutina y la ligera llovizna de la que alguna vez había oído hablar que era característica del país. Era un día gris azulado, como las ojeras que se habían instalado bajo sus párpados, ahora reflejados en el cristal de la ventana. Su consciencia ya le había advertido que desde aquella noche, sus sueños, o más bien sus pesadillas, iban a ser recurrentes; y que a partir de ahora no podría realmente descansar. Algo en ella había cambiado, se había marchado con sus padres, y ya nunca volvería. Eso le hizo recordar la “agradable” cena que había tenido la noche anterior. Tengo que salir de aquí cuanto antes.-pensó Alice.

Se estremeció por el frío que empezó a sentir en sus pies, y fue en busca de algún calcetín y a cambiarse de ropa. Gracias a alguien que había dejado una jofaina sobre una pequeña mesita auxiliar, la muchacha no tuvo que esperar de nuevo a que alguien tuviera que acompañarla al baño para limpiarse la cara y asearse un poco. La muchacha hizo ademán de ponerse a recoger sus cosas, pero ¿qué cosas? No estaba en su casa, y lo único que era realmente suyo era su ropa que por todos los acontecimientos no tenía la menor intención de quedarse con ellas. No quería llevarse ningún mal recuerdo con ella de lo que le había ocurrido a sus padres, salvo el medallón que en la misma noche le había regalado su madre. Echó mano a él, aún lo llevaba colgando del cuello, y el hecho de notar el contacto frío del metal redondeado contra su piel, la reconfortaba, lo suficiente para tomar fuerzas y seguir adelante.

El ruido de unos nudillos llamando a la puerta, la sacaron de sus cavilaciones.
    - Hoy seré tu guía, ¿recuerdas?-
A Alice le sorprendió no encontrarse con Rose, quien parecía la más amable y cordial de entre todos ellos. Sin embargo se trataba de Ethan, quien esperaba allí plantado en vaqueros, camiseta y el pelo aún goteando por la reciente ducha.
    - Primera parada: la cocina.-anunció sonriente invitándola a que saliera al pasillo.-Vamos, no esperarás que te enseñe todo esto con el estómago vacío.-comentó mientras la chica salía ya al pasillo.
    - De acuerdo.-aceptó entre extrañada y divertida.
    - Estupendo, pongámonos en marcha.-sonrió complacido.
El chico comenzó a andar, no demasiado deprisa, ya que esperaba a que la muchacha le siguiera. Alice no quería perder mucho tiempo, a pesar de que el chico parecía mostrarse amable con ella, pensaba que era por pura cortesía, y por lo tanto puro trámite. No quería tener mucho más trato con ellos, al fin y al cabo, en cuanto comiera algo saldría de allí en busca del aeropuerto y marcharía a España, en busca de respuestas.
    - ¡ey! ¿te encuentras bien?-preguntó de repente el chico.
No había sido consciente de que se había quedado atrás parada en mitad del pasillo y rozando un dedo contra otro como solía hacer cuando estaba inmersa en sus pensamientos, nerviosa, o a la expectativa de algo, un gesto que solía hacer su padre, y que por tanto ella había heredado de él.
    - Eh…sí. No te preocupes, estoy bien.-susurró mientras volvía junto a Ethan.
    - Te decía, que desde tu habitación es muy sencillo ir a la cocina. El truco está en recordar que es una S.-sonrió.
    - ¿perdón?-
    - No pongas esa cara como si te estuviera hablando en chino.-comenzó a reír.-El camino que hay que recorrer tiene forma de S. Verás, desde tu habitación hasta la escalinata principal es una S, porque tienes que torcer primero a la izquierda y después a la derecha. Una vez bajas a la planta baja del edificio, el recorrido para llegar a la cocina, es como una gran C. Giras …
    - ¿dos veces a la derecha?-intentó adivinar Alice.
    - Exacto.-confirmó aún más sonriente el chico al descubrir que le habían entendido con su explicación.- Además te será fácil de recordar porque ¿por qué letra comienza cocina?
    - C
    - Eso es. Así que recordarlo es sencillo, quieres ir a la cocina, pues haces un recorrido en forma de C. ¿y escalera?
    - Por E.
    - ¿E? Querrás decir S*.-comentó extrañado el chico.-¡Ah! Eso será en español ¿no?
    - Sí. Es que a veces me cuesta trabajo cambiar el chip anglosajón.-dijo Alice mientras hacía un gesto de cambio a la altura de su sien.
    - Bueno este truco sólo funciona por el momento en inglés.-confesó pensativo.
    - Es nemotécnica ¿verdad?-ella sabía de qué se trataban esos trucos. Eran asociaciones de ideas y esquemas para facilitar el recuerdo de algo. En este caso, Ethan utilizaba las letras por la que empezaba la palabra que se utilizaba para referirse a alguna zona, o habitación del edificio para recordar el recorrido hacia ella.
    - Sí. Cuando era pequeño, recuerdo que siempre me perdía por estos pasillos, porque nunca recordaba el camino de vuelta. Mi hermana solía jugar con nosotros al escondite y nunca me encontraban porque siempre me alejaba demasiado de la zona por donde estábamos jugando. Tenía muy mal perder.-confesó el chico algo avergonzado.
La chica no pudo aguantar sonreír ante la imagen que le venía a la cabeza de un pequeño de ojos azules correteando por los pasillos mientras una niña algo más mayor la buscaba enrabiada por perder al juego de niños.
    - Entonces era cuando le cedía el turno a Dave.-Alice le miró extrañada esperando la explicación de Ethan.-Siempre me encontraba. Siempre sabía donde estaba yo. En parte era un alivio, y en parte un fastidio.-Nunca podíamos ganarle.
    - ¿Nunca?
    - Ni una sola vez. Ni siquiera cuando Cathy y yo intentamos buscarle entre los dos.-confesó algo compungido.
    - Eso es trampa.-dijo aún sonriendo la chica.
    - Quizás. Pero es un secreto.-susurró con complicidad.- Y ahora a la cocina. Hay que alimentarse, y no quiero que nuestra huésped se aburra con mis corredurías de crío.-dijo ceremonioso.
Algún ligero ruidito que otro se oía por los estómagos hambrientos de los chicos y eso hizo que el ritmo de sus pasos se acrecentarara. Si el salón donde habían estado cenando la noche anterior le pareció a Alice grande, la cocina le pareció enorme y extraña; pues ella se esperaba una antigua cocina de fogones como los de antes, mientras que lo que se encontró fue una cocina moderna, de piedra azul con vitrocerámica y una gran barra americana con sus correspondientes taburetes y una mesa de mármol blanco ocupada por varios periódicos de los que asomaba los mechones pelirojos.
    - Buenos días.-saludó Mathew sin levantar la vista del periódico.- Ethan. Alice. Tomad asiento. Hoy el desayuno corre por parte de Catherine.-dijo mientras señalaba a la chica de pelo largo que se movía por la cocina.
    - ¿doble turno durante una semana?-preguntó en susurro Ethan dirigiéndose a Mathew.
    - Más bien dos.-contestó alzando un poco la vista por encima de las hojas de la gaceta.
    - Uff… debe de estar de un humor de perros.
    - ¿Qué significa lo de turno…?.-quiso preguntar Alice.
    - Te lo explicaré luego. Cuando no estemos en territorio comanche.-dijo señalando levemente a su hermana.- ¿Qué quieres tomar?
    - Puedo hacerme el desayuno yo. No hace falta que…-
    - No lo hagas. Es peor créeme.- la muchacha lo miraba extrañada por no saber qué ocurría exactamente. Sabía que era algo relacionado con Catherine, y que quizás pudiera estar vinculado a las discusiones que se habían generado anoche. Sólo eran sospechas pero creía tener motivos suficientes para pensar que se trataba de algún tipo de reprimenda por parte de su madre.
    - Umm…cualquier cosa está bien. Un zumo, o un colacao, o incluso un café con leche. Lo que sea más sencillo y fácil.-con cualquier cosa se conformaba en ese momento. Lo único que quería era evitar darle más trabajo del deseado a la joven que se peleaba entre fogones, y de paso no darle más motivos para que la odiara aún más.
    - Cathy, podrías hacernos ¿un café con leche, tostadas para dos y un colacao, por favor?-solicitó a su hermana en un tono serio.
    - Por supuesto.-rezongó por lo bajo su hermana junto con alguna cosa más que no llegó a escuchar la chica.
    - ¿Dónde están Rose y Dave?-preguntó extrañado.- Me extraña que no esté por aquí. Él no se perdería por nada esto.-comentó en tono jocoso señalando a los fogones.
    - Y no se lo ha perdido. Ha venido a primera hora de la mañana.-comentó Mathew burlón dejando a un lado los periódicos.- Está hablando con Samantha.-dijo esta vez un poco más serio y mirando a Ethan.- Y Rose anda en el mercado, comprando algunas cosas que hacían falta. La he mandado a que compre algunas verduras y demás. Hoy comeremos mi especialidad, pasta con setas.-informó alegremente a los chicos.
    - Está buenísimo. Ya lo verás.-le comentó el chico a Alice.
Alguien carraspeó detrás de Ethan y Alice.
    - El desayuno.-dijo secamente Catherine mientras dejaba los platos sobre la mesa de mármol donde estaban todos sentados.
    - Huele bien. Gracias Cazz.-agradeció su hermano.
    - Muchas gracias.-susurró tímidamente Alice.

6 comentarios:

bat. dijo...

Me encanto el capiulo!!
Muajaja qhe bueno qhe castigaron
a Cathy!!
& ame a Ethan!!
jeje Bueno escribe cuando
puedas, Bye!! C=

Marina dijo...

El cap perfect, me encanta eso de los dos turnos por semana q le han puesto jajaja
Sube pronto ;)

Ryuka dijo...

Parece que nuestro moreno de ojos azules empieza a suscitar pasiones entre las seguidoras del blog :D ...ainss esa Cathy que le ciega la pasión XDDD.
En fin, me alegra muchíisimo recibir vuestros comentarios, la verdad es que estaba deseando llegar a casa y leerlos ;) Espero que para esta semana os pueda ofrecer la continuación del capítulo :P
Besotes !!

A. J. dijo...

soy nueva lectora! y me encanto la historia, ha, me cayo bien ethan y pues dave no ha salido mucho xDD' sube pronto(:
Adios,
A.J.

A. J. dijo...

a proposito, te afilias conmigo? avisame(:

Ryuka dijo...

Vaya me alegro de tener otra seguidora en el blog ^^. Tiempo al tiempo ... ya aparecerá XDDD. Ah te he mandado un mensaje con lo que preguntas ;) Para cualquier cosa, podéis poneros en contacto conmigo a través de mi correo electrónico. Os lo facilito en la sección "Acerca de la Autora". Besotes ^^ !

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